El MIT es uno de las universidades que más investigan en el campo de la robótica, y sus desarrollos abarcan un gran abanico de usos, incluida la medicina y el rescate de personas. Pero los robots también tienen su hueco en un uso más doméstico o comercial en locales de restauración.
Ahora en el MIT han desarrollado robots para que puedan servir bebidas y llevarlas a los parroquianos de un bar. Se podrían llamar los birrabots, aunque por supuesto tendrían otros usos como por ejemplo el suministro de medicinas en un hospital, o cualquier otro uso que implique suministrar y repartir mercancias de manera local.
Los clientes piden sus bebidas a los robots, y estos se lo comunican al robot barman. Cuando está al lado de él, el repartidor recibe la bebida y se la lleva al cliente, haciendo acuse de recibo. Según el MIT, el mayor reto en estos escenarios es hacer que los robots trabajen de manera conjunta y planificar su modo de actuación frente a la incertidumbre del mundo real.
Los tres niveles de incertidumbre a los que hacen frente en esta simulación es a que los sensores no sean tan precisos como debieran y tengan problemas en ubicar al robot, resultados imprevistos en las tareas que realizan como dejar caer bebidas, y la imposibilidad de comunicarse entre ellos debido a que haya ruido o estén fuera de alcance.
El equipo del MIT ha tenido un acercamiento de considerar sus acciones como macrotareas con múltiples pasos a dar. De esta forma pueden ser más conscientes de que hay otros robots en espera de recibir su bebida, o repartiéndolas. Trabajar de manera cooperativa al fin y al cabo.
Vía: Gizmag.