Los drones se emplean para cada vez más cosas, ya sea rodar imágenes aéreas de un partido, atacar emplazamientos estratégicos del enemigo en un teatro de operaciones, o entregar paquetería o cartas. Las posibilidades que ofrecen para su uso comercial son grandes, pero también pueden ser empleados para fines poco lícitos.
La Oficina Federal de Prisiones de Estados Unidos está planificando el despliegue de un sistema antidrones para proteger a su personal de la amenaza que suponen estos vehículos no tripulados. Esta agencia depende del Departamento de Justicia, quien lanzó una Solicitud de Información para recabar datos de distintos proveedores. En ella se solicitaba información sobre un sistema integrado que fuera capaz de detectar, rastrear, afrontar y neutralizar dones de menos de 30 kilos.
El peligro que presentan los drones para las prisiones es bastante grande, pues un ataque de varios cargados de explosivos podrían provocar una fuga, así como el fallecimiento de internos y guardias. Si el sistema será aprobado y desplegado ya es harina de otro costal, pues el presupuesto que requerirá su instalación no será especialmente bajo.
Vía: Ubergizmo.