En 1963, tras la Crisis de los misiles en Cuba de 1963, Estados Unidos y la Unión Soviética establecieron una línea de comunicación directa entre ambas, la popularmente conocida como el teléfono rojo. Esta línea directa tenía como propósito evitar que un malentendido o un problema de comunicación entre ambas potencias pudiera desembocar en un conflicto armado.
Tomando nota de esta experiencia, el país norteamericano ha abierto otra línea directa, esta vez con China. El objetivo de esta nueva línea es el de compartir información sobre sus actividades en el espacio, permitiendo discutir sobre posibles colisiones de satélites, acercamientos entre ellos o posibles pruebas. Hasta la fecha la cadena de comunicación entre los dos países tenía que pasar por una larga cadena que iba del Pentágono al Ministerio de Asuntos Exteriores chino.
La iniciativa está llamada a evitar una guerra espacial entre ambas naciones, especialmente ahora que China va camino de ser una de las potencias espaciales. Los campos de batalla no se circunscriben a la superficie de la tierra. Una ventaja en la órbita del planeta puede decantar un conflicto de un lado u otro.
Vía: The Verge.