Apple es una de las empresas que más está invirtiendo en arquitecturas de microprocesadores, aunque limitado a la arquitectura ARM. Esto le lleva a que ganen enorme potencia generación tras generación, y en el caso del Apple A9X incluido en el iPad Pro hay algunas cosas curiosas en su arquitectura.
Según descubierto por Chipworks y AnandTech, este SoC incluye una GPU PowerVR Serie7XT sin definir de 12 núcleos, ya que la compañía Imagination Technologies no tiene una nomenclatura oficial para su GPU. El chip de ocho núcleos se llama GT7800 y el de 16 núcleos GT7900, por lo que cae entre medias de los dos.
La parte de CPU está compuesta por dos núcleos a 2,26 GHz, que dan en conjunto más rendimiento que los ocho núcleos de otros fabricantes, como el Exynos 7420 o el Snapdragon 810. Algo que ya se conocía, pero que no estaban claros otros aspectos, como el hecho de que carece de memoria caché de nivel 3 (L3), usada habitualmente para una caché de comunicación entre núcleos y procesadores (CPU y GPU).
El motivo probablemente es que el A9X, a diferencia del A9 del iPhone 6s, es que no está tan limitado su consumo (la caché evita tener que consumir energía en accesos a memoria principal) y por tanto Apple la ha estimado innecesaria, y en la práctica casi no afecta a su rendimiento. También el iPad Pro utiliza memoria DDR4 con un bus de 128 bits, lo que hace que no se sature al comunicarse con la GPU, además que debido a la potencia de la GPU se requeriría más de 4 MB de caché L3 para funcionar y eso sería más espacio y coste en el A9X.
El A9X tiene un tamaño de 147 mm2, y está fabricado en las fundiciones de TSMC con un proceso de fabricación a 16 nm.
Vía: Ars Technica, AnandTech, AnandTech.