Uno de los principales costes de los servicios de internet son los de adquisición de tráfico, relacionados con el tráfico generado por los usuarios al reproducir los vídeos de Netflix. Parece que no, pero las grandes compañías optan por pagar a las operadoras para que sus servicios vayan por canales preferentes, y eso es un coste añadido a los centros de datos.
Por eso Netflix lleva unos meses desarrollando un nuevo algoritmo de compresión de vídeo para disminuir costes, y eso ha llevado a uno que permite ahorrar hasta un 20 % de datos descargados en los equipos. Tiene la ventaja de cara al usuario de iniciar las reproducción antes y que, en conexiones más lentas como las de ADSL de 3 Mbps, puedan verse a mayor calidad.
Además, con el nuevo acercamiento que tienen a la reproducción de vídeos, las necesidades de ancho de banda se realizará por película en lugar de un único criterio basado en la calidad de imagen. Hasta ahora la entrega de contenido se hacía en función de la velocidad de la línea (o más bien su estado actual) para todas las películas por igual, y si la conexión no llegaba al mínimo de 5,8 Mbps de los 1080p, se reproduciría a 720p incluso si a 5 Mbps fuera suficiente para ver el vídeo.
Según Netflix, eso es porque Mi pequeño pony no tiene las mismas necesidades que Los Vengadores, y por tanto permitirá la primera se podrá ver a 1080p en conexiones con un ancho de banda de tan sólo 1,5 Mbps, en vez de los 5,8 Mbps necesarios para Los Vengadores y otras películas de acción similar. Esto permitirá la irrupción de Netflix en mercados con redes menos fiables, como mercados emergentes.