Uno de los motivos por el que Microsoft quiere que los usuarios se actualicen a Windows 10 es por que les da acceso a la Windows Store, la tienda de aplicaciones universales. Con solo adaptar la interfaz, los desarrolladores pueden usar el mismo código base para que funcionen en un PC, un teléfono, la Raspberry Pi o incluso la Xbox One.
Microsoft promovió la actualización del pasado noviembre de la Xbox One al núcleo de Windows 10 como una fuente de nuevas aplicaciones para los usuarios. Pero como otras cosas relacionadas con Windows 10, se ha ido retrasando el soporte público a las aplicaciones universales, que finalmente llegarán en el verano según ha confirmado Microsoft en el GDC. Irán añadiendo aplicaciones poco a poco, pero de cara a los desarrolladores será mucho más fácil mantenerlas actualizadas y que no vayan por detrás de la versión de PC.
Tienen algunas pegas, pero en general Microsoft lo que está haciendo es un ecosistema de equipos y aplicaciones a lo Apple, que en realidad es donde está el dinero. Microsoft quiere monetizar los mil millones de usuarios de Windows, y la mejor forma es que utilicen Windows Store, utilicen el dispositivo que sea.
Vía: The Verge.