Nuevo despiece de uno de los teléfonos insignia de este 2016 por parte de los chicos de iFixit. Se trata del LG G5, y aunque ha surgido cierta polémica por el recubrimiento de la carcasa de metal del teléfono, su modularidad es una gran baza para la compañía, puesto que permite una gran reparabilidad.
Le dan una nota de 8 sobre 10. LG no ha utilizado pegamento para mantener las piezas en su sitio, lo que unido con los pocos tornillos (además son tornillos estándar) para sujetar las piezas permiten acceder al interior muy fácilmente. Puesto que la batería es modular y fácilmente extraíble por la zona inferior, mejora la vida útil del teléfono y reduce los residuos electrónicos generados al tirar un teléfono, favoreciendo su reciclaje. Los módulos de las cámaras o de los altavoces también son fácilmente intercambiables una vez abierto el teléfono.
El punto negativo es la pantalla, aunque es algo ya muy habitual en cualquier teléfono. El cristal protector y el panel están fusionados, por lo que en caso de rotura hay que cambiar ambos. Samsung es el fabricante de la memoria LPDDR4 del teléfono, así como el almacenamiento interno ultrarrápido UFS 2.0 que utiliza (el mismo que el Galaxy S6 y S7).
Vía: Ubergizmo.