Samsung ha cumplido su promesa de lanzar al mercado el primer SSD con una capacidad de 4 TB, y ha llegado sumándose a la línea SSD 850 EVO. Es la gama con mejores prestaciones sin entrar en el terreno de los SSD profesionales, aunque lo hace con memoria NAND notablemente mejorada.
Al igual que el modelo de 2 TB, utiliza un controlador Samsung MHX, pero en este caso el tipo de memoria V-NAND es de 48 capas TLC (tres bits por celda) y con una capacidad por chip de 256 Gbits (32 GB), frente a las 32 capas y 128 Gbits que usa el resto de la gama 850 EVO. La memoria V-NAND o 3D utiliza un apilamiento de capas de memoria para conseguir producir más capacidad en menor espacio, lo que reduce los costes. Samsung también pasa en estos chips de estar fabricados a 40 nm a los 21 nm.
En este caso además reduce el consumo, ya que pasa de 3,7 W y 4,7 W en lectura y escritura, a 3,1 W y 3,6 W. También mantiene una mayor durabilidad, alcanzando los 300 TB, aunque en la práctica los SSD actuales aguantan mucho más tiempo del indicado por los fabricantes.
El precio del SSD se sitúa en los 1.500 euros, lo que arroja en torno a los 37 céntimos por giga, que no está mal si se compara con el resto de la gama. No es un SSD para todos los públicos, y tampoco venderá Samsung muchas unidades, pero es el primer paso para poder crear SSD más pequeños y de mayor capacidad para portátiles, mini-PC, o para aprovechar las ranuras M.2 de las placa base actuales.
Vía: AnandTech.