Intel ha puesto a la venta recientemente la serie de procesadores de alto rendimiento Broadwell-E, con cuatro modelos distintos. Pero ha reutilizado el chipset X99 y el zócalo LGA-2011v3, el cual sigue siendo el mejor para un PC doméstico sin entrar en soluciones más orientadas al mercado profesional. Aunque un procesador de 10 núcleos físicos como el i7-6950X y con un coste de 1800 euros tampoco está al alcance de cualquiera.
En el futuro cercano Intel tiene planeado cambiar la plataforma HEDT (computadoras para entusiastas o tope de gama) añadiendo un nuevo zócalo LGA-2066 a través de la plataforma Basin Falls X. Eso ocurriría en el tercer trimestre de 2017, junto con dos series de procesadores: Kaby Lake X y Skylake-X. El primero sería un modesto procesador de cuatro núcleos y 16 pistas PCIe, con un TDP de 112 W y compatible con mínimo memoria DDR4-2400 y DDR4-2666 de doble canal. Estaría fuertemente orientado a subirle frecuencias, y un paso por detrás de los Skylake-X.
Estos últimos serían los equivalentes a los Broadwell-E, e Intel mejoraría la capacidad de procesamiento de información al aumentar de 40 a 44 las pistas PCIe 3.0 que sería capaces de gestionar los chips más potentes de esta gama. El TDP se mantendría en los 140 W, mantendría el Turbo Boost 3.0, y también requeriría memoria DDR4 de 2400 o 2666 MHz de cuatro canales. El chipset de ambas series de procesadores se denomina de manera genérica por ahora KBL PCH-X. Los Skylake-X seguirían contando entre seis y diez núcleos físicos.
El inicio de la producción sería en el tercer trimestre de 2017, con un lanzamiento planeado para el cuarto trimestre de 2017 (o el 3T con suerte).