Lenovo presentó en mayo varios modelos nuevos de teléfonos de la serie Moto, y han pasado unos meses hasta que todos ellos se han puesto a la venta. El último en aterrizar es el Moto G4 Play, que es la verdadera renovación del Moto G de 3.ª generación, con el que tiene un hardware muy similar, y cambia sobre todo el aspecto externo.
Incluye un Snapdragon 410 de cuatro núcleos Cortex-A53 a 1,4 GHz, una GPU Adreno 306 a 450 Mhz, 2 GB de RAM y 16 GB de almacenamiento. La cámara trasera es de 8 megapíxeles (el Moto G 2015 tiene una de 13 MP) tiene apertura f/2.2, autofoco y HDR con flash led, y la frontal es de 5 MP con apertura f/2.2. Incluye GPS, GLONASS, Wi-Fi 802.11 b/g/n de doble banda 2,4 y 5 GHz, Bluetooth 4.1 y usa micro-USB 2.0.
No tiene ninguna característica diferenciadora, ya que no es a prueba de agua como el modelo anterior, tiene lector de micro-SD y la versión pura de Android que le confiere ese buen rendimiento. La única diferencia notable con su antecesor en realidad se centra en el diseño, que es más ligero y más delgado, aunque mantiene la tapa trasera.
El PVPR es de 169 euros en España, y en EE. UU. se puede conseguir por 99 dólares como exclusiva a través de Amazon Prime, o 150 dólares en otras tiendas del país.