El mayor problema de Tesla históricamente ha sido la incapacidad de cumplir con la entrega de coches nuevos de manera rápida y eficiente. A pesar de que sus clientes avanzan una pequeña cantidad en concepto de reserva, pueden pasar meses o algún año hasta que reciben su coche. Pero en el tercer trimestre la compañía ha conseguido aumentar las entregas de coches un 70 %.
Eso lo va a convertir en un buen trimestre para Tesla, al cobrar el importe en esta ocasión de 24.500 vehículos frente a los 14.402 del segundo trimestre, correspondiendo a 15.800 Model S y 8.700 Model X. Además la compañía ha conseguido aumentar la producción de vehículos hasta los 25.185, que supone un aumento del 37 % con respecto al trimestre anterior.
Tesla espera tener el mismo volumen de ventas, o ligeramente superior, en el último trimestre del año.