Meizu se ha inspirado mucho en el Honor 8 para su nuevo teléfono, el M3X, por lo que cuenta con una trasera de cristal con reflejos y bordes redondeados y un marco de aluminio que le dan un aspecto bastante diferente a los últimos teléfonos de la compañía.
El procesador elegido es un Helio P20 de Mediatek, que es un ocho núcleos, cuatro Cortex-A53 a 2.3 GHz y otros cuatro Cortex-A53 a 1.6 GHz, acompañados de una GPU Mali-T880MP2. La memoria utilizada en este caso es LPDDR4, 3 GB para el modelo de 32 GB de almacenamiento y 4 GB para el modelo de 64 GB de almacenamiento interno.
La pantalla es de 5.5 pulgadas de tipo IPS con resolución 1080p, con 500 nits de brillo máximo y un contraste 1500:1. La cámara trasera es de 12 megapíxeles de seis elementos con sensor Sony Exmor IMX386, con apertura f/2.0 y autofoco por detección de fase (PDAF). La cámara frontal es una más modesta de 5 megapíxeles de gran angular con apertura f/2.0 y cinco lentes.
El teléfono incluye un lector de huellas dactilares en su botón de inicio, así como un conector de carga USB tipo C funcionando como USB 2.0. La wifi es 802.11 b/g/n de doble banda, con Bluetooth 4.1, GPS, GLONASS, doble ranura SIM, lector de tarjetas micro SD —comparte hueco con la SIM 2—, y llega con Android 6.0 y la capa de personaliación Flyme 6.
El precio del modelo con 3 GB de RAM y 32 GB de almacenamiento es de 1699 yuanes, unos 230 euros al cambio directo, o más hacia los 300 a 320 euros aplicando impuestos y tasas de importación. El modelo con 4 GB de RAM y 64 GB son 1999 yuanes, o unos 370 euros. Estará disponible en blanco, azul, oro y negro.