LG está en proceso de ultimar su próximo teléfono insignia, el G6, y podría no contar con el procesador Snapdragon 835. Además, la compañía coreana se desmarcaría con el diseño de los anteriores teléfonos de la gama con un diseño mucho más en la línea de lo que llevan haciendo la inmensa mayoría de marcas del sector, con una fabricación íntegramente en metal pero recuperando los mínimos marcos de pantalla del G4 y anteriores modelos.
La pantalla podría ocupar hasta el 90 % del frontal, que además contaría con un bisel similar al de otros modelos de teléfono del mercado y que popularizó Apple en el iPhone 5. Tiene sus inconvenientes, como que el bisel —el corte oblicuo en el canto— suele ser más propenso a mellarse y afearse, pero no parece que lo vaya a utilizar en la parte posterior del teléfono —si la imagen es auténtica—.
LG podría usar su nuevo panel de 2880 x 1440 píxeles y 5.7 pulgadas en el teléfono, en una atípica proporción de aspecto. Eso se sabrá el 26 de febrero, momento en el que LG tiene prevista su conferencia del MWC.
Vía: The Verge.