Desde que hace unas semanas se descubrieran indicios en una beta de Windows 10 de la existencia de un modo juegos, las especulaciones han sido variadas. Más recientemente Microsoft confirmó que iba a llegar dicho modo a su sistema operativo, y ahora ha dado más detalles del mismo en boca de Kevin Gammill, gerente del programa de socios de la plataforma Xbox, aunque básicamente corrobora lo que era más probable que hiciera.
Este modo juegos se podrá usar tanto con las aplicaciones Win32 y las universales —UWP—, aunque en este último caso será mucho más efectivo ya que se ejecutan con recursos acotados y conocidos. El modo juegos se podrá activar a voluntad, momento en el que el juego acaparará el máximo tiempo de CPU y GPU posible para crear una experiencia de juego más fluida y estable.
Microsoft no está tan interesada en aumentar el máximo de FPS de los juegos sino en subir el mínimo de FPS para que, incluso en momentos acelerados en los que suelen caer en picado, se mantengan más acorde con los FPS del resto del tiempo. También permitirán que las mejoras de rendimiento se apliquen o no perjudiquen a otras tecnologías como las de grabación de GeForce Experience de Nvidia.
Para conseguirlo aplicarán varias medidas que imitan el funcionamiento de la Xbox One al arrancar un juego, como afinidad de núcleos —ligar el uso de procesos e hilos siempre al mismo núcleo—, cambiar la prioridad de los hilos, eliminar procesos en segundo plano, y maximizar los recursos disponibles para el juego. Todo de forma automática, aunque son cosas que en algunos casos los usuarios avanzados ya sabrían hacer. Pero la cuestión es que todo se haga con simplemente apretar un botón, y que se pueda beneficiar cualquier jugón.
El modo juegos estará disponible a lo largo de hoy, 26 de enero, en la nueva beta de Windows 10 Insider Preview que Microsoft ha distribuido. Para activarlo solo será necesario pulsar Windows+G, y en el panel de opciones elegir el modo juegos.
Vía: Anand Tech.