El potencial que tienen actualmente las tarjetas gráficas en el terreno de la computación está siendo utilizado para realizar estudios de todo tipo y perfeccionar algoritmos no solo en el ámbito de la conducción autónoma. Investigadores checos lo han utiilzado para mejorar un algoritmo para jugar al póker llamado DeepStack, con unos resultados más que satisfactorios para los investigadores.
Específicamente para la versión Texas hold'em, donde se reparten de entrada dos cartas y el resto se muestran y son visibles por todos los jugadores. Los investigadores checos han conseguido reducir la compejidad de los cálculos necesarios para jugar, teniendo en cuenta la multitud de estados distintos que tiene la partida en un momento dado debido a la falta de información de las dos cartas ocultas.
De forma resumida, lo han hecho tratando cada mano como si fuera una nueva partida, con estados definidos, y en los que solo se puede elegir entre un conjunto limitado de opciones para jugar —pasar, ver, ir con todo o realizar una apuesta—. Lo que pretenden con estos es evitar tener una estrategia para toda la partida y limitarse a cada estado por separado. De esta forma se puede tomar una decisión basada en probabilidades en menos de cinco segundos ejecutándola en una GTX 1080.
Las pruebas realizadas tuvieron lugar con 33 jugadores de la Federación de Póker checa, y solo dos de ellos quedaron por encima de DeepStack en la clasificación. Once de ellos terminaron de jugar 3000 partidas contra la máquina, todos ellos perdiendo contra ella, y la mayoría por un gran margen.