Nintendo creó gran expectación al anunciar una nueva consola portátil, la Switch, aunque llegaría acompañada de una base de acople para poder jugar también en el televisor. Un concepto de consola doméstica que te puedes llevar a cualquier parte que no es nuevo, pero sí lo es en una consola de primera línea, sobre todo para disfrutar de los populares juegos de Nintendo.
Ahora que se ha puesto a la venta por 329 euros, es hora de evaluar cómo ha sido la ejecución por parte de Nintendo y cómo contrasta lo prometido con lo que ha llegado a las manos de los jugones. Pero ya avanzo que es lo que ha prometido Nintendo, aunque con algunos peros.
Características de la Switch
El desembalado de la Switch hace que se vea primeramente al abrir la caja los mandos Joy-Con y la sección de tableta y centro neurálgico de la portátil. La pantalla táctil es de 6.2 pulgadas con resolución de 1280 x 720 píxeles de tipo IPS y tiene una buena calidad de reproducción de colores y tiempo de respuesta. Tiene un tamaño de 239 x 102 x 13.9 mm con los Joy-Con acoplados, y un peso de 297 g, que no se hace especialmente pesada.
Se ve normal en exteriores, pero no tan bien como gustaría en una consola portátil, y tiene tendencia a mostrar muchos reflejos con su acabado brillo. Si le da la luz directa del sol lo más probable es que no puedas jugar. La protección de la pantalla es de plástico, por lo que se puede rayar más fácilmente que si tuviera alguna protección Gorilla Glass o similar. La pantalla también dispone de un sensor de brillo para ajustarlo automáticamente al entorno de juego.
Al quitar la bandeja con la Switch y los Joy-Con se ve el resto de accesorios, como la fuente de alimentación de 36 W con terminación USB tipo C, un HDMI, las dos correas de los Joy-Con, la base de acople, y los habituales papeles de información importante y garantía. La batería interna de la Switch es de 4310 mAh, y tarda en torno a las 3 horas en recargarse completamente, con una autonomía de tres a cuatro horas, al menos en Breath of the Wild. En otros juegos menos exigentes debería durar hasta las seis horas como indicaba Nintendo.
Nintendo no tenía muchas opciones para crear una consola portátil que recurrir a algún chip de arquitectura ARM. Son de bajo consumo, y en el panorama actual los procesadores Tegra de Nvidia tienen una gran GPU que no está aprovechada. Lo poco que se sabe del procesador incluido en la Switch es que está basado en el Tegra X1 y dispone de 256 núcleos CUDA de arquitectura Maxwell.
Le acompañan 4 GB de RAM y 32 GB de almacenamiento de tipo eMMC, con lector de tarjetas micro-SD de hasta 2 TB. En la parte superior de la tableta está el lector de tarjetas de juego, y en ambos laterales están los rieles para insertar los Joy-Con. En la parte posterior hay una pata desplegable para poder dejar la tableta sobre la mesa y jugar con los mandos separados, pero también se encuentran los altavoces estéreo.
En el apartado de la conectividad, dispone de wifi 802.11 ac y Bluetooth 4.1, que solo se puede usar para conectar los mandos, nada de auriculares Bluetooth ni otros usos. Si se quiere conectar por Ethernet se tendrá que comprar un adaptador especial por separado para conectarlo a un puerto USB de la base de acople.
Los Joy-Con como controles de juego
Los mandos Joy-Con son la clave de esta consola. Se pueden quitar y poner en los laterales de la consola, y se incluyen un par de correas que se enganchan para asegurarlos y poder usarlos ambos por una persona o por personas distintas en multijugador. Ambos disponen de un joystick y una cruceta, con dos botones adicionales en la parte de la correa, y un lector NFC para los amiibo.
Son muy versatiles en cuanto a uso, porque abre muchas posibilidades de uso en juegos familiares. Una de las pegas de estos mandos es que la correa se ajusta mal, y se quita aún peor... salvo que pulses el cierre de seguridad para quitarlos en vez de hacer el bruto como se ve por Internet, momento en el que se quitan absolutamente sin problemas.
Ese cierre de seguridad está hecho para que la correa no se escape del Joy-Con, y lo hace a la perfección. Hacer el bruto al quitar las correas puede llevar a que se estropeen los enganches de los Joy-Con y empiecen a bailar en los rieles de la consola, como también se ha visto en algún que otro vídeo de gente haciendo el bruto.
En general son unos mandos fiables que tienen a ensuciarse lo habitual que otros mandos en la zona de los joysticks, y se pueden poner en el soporte para mandos Joy-Con para usarlos como un mando más tradicional. Resulta cómodo de utilizar, aunque siempre vendrá mejor disponer del mando pro que Nintendo vende por 69.99 eurazos euros. Estáis avisados de que esta consola es una sacaperras en el apartado de los periféricos.
La base de acople, o cómo jugar en el televisor
Otro elemento que Nintendo ha considerado diferenciador para la Switch es la base de acople. Dispone de un conector USB tipo C al que se conecta el cargador de la consola y un cable HDMI —ambos vienen en la caja—, y cuando se deje de usar la consola se deja recargando en ella. En el lateral izquierdo dispone de dos puertos USB adicionales, que próximamente dispondrán de velocidad USB 3.0, tras una actualización de firmware que recibirá la consola. Tiene un tamaño de 104 x 173 x 54 mm, y un peso de 327 g.
Hay que tener cuidado al poner y quitar la consola porque la pantalla se puede rayar, pero solo si se deposita o saca de manera descuidada. Los que sepan cuidar de sus cosas no tendrán que temer que se les raye la pantalla. La base está hecha de un plástico normal, y el diseño es básico. En el frontal aparece el logo de la Switch en grande, y no hay mucho más que decir de ella.
Una consola portátil y versatil
Como consola portátil la Switch es una maravilla. El tamaño de la pantalla es bueno —6.2 pulgadas—, aunque si juegas muy de cerca se ve que no tiene una gran resolución, pero tampoco se ven los píxeles. Cumple a la perfección de jugar con ella, se ve bien y dispone de colores atractivos.
Los Joy-Con en este modo funcionan perfectamente, y aunque es algo más grande de lo que le gustaría a muchos para llevarlo fácilmente de un lado a otro, se puede desmontar o llevar montada en una funda grande. Los juegos que he probado —que no han sido muchos— funcionan a la perfección en la portátil. En la semana que he estado usándola —y bastante— no he tenido ningún problema con los mandos ni con ningún otro aspecto de la consola. Alegan que los mandos pierden la conexión Bluetooth, pero a mi al menos no me ha ocurrido.
Los diversos modos de uso me parecen muy interesantes, y puesto que los mandos incluyen los sensores necesarios, se pueden jugar a títulos como los que tenía la Wii, dependientes de su sensor de movimiento. Eso implica juegos como Just Dance, de pelea como se hacía con los Nunchuk, y todo tipo de juegos retro empezando por los de Neo Geo.
Esa versatilidad de jugar fuera de casa, en el televisor y con amigos es la mayor baza de la Switch, y que sin duda Nintendo explotará al máximo. Eso no significa que exima a la consola de sus problemas, que los tiene, pero en el apartado del software. Además de no contar todavía con aplicaciones de ningún tipo, los juegos en su lanzamiento no son abundantes, pero Nintendo se ha querido explicar, aunque de una forma que sigue dando la sensación de que se ha puesto a la venta de manera acelerada.
Una consola con una hoja de ruta
La Switch ha llegado al mercado con pocos juegos bajo el brazo, pero The Legend of Zelda: Breath of the Wild no es un juego cualquiera. Es un Señor Juego, con mayúsculas, que por sí solo justificará para muchos la compra de la consola. Para otros el catálogo les parecerá corto y no muy interesante más allá del nuevo Zelda.
Nintendo ha asegurado que tiene un plan de lanzamientos semanales para que los usuarios tengan siempre algo nuevo a lo que jugar. Los títulos de gran presupuesto, los AAA, irán llegando poco a poco cada mes. La apuesta fuerte de Nintendo es por los indis, o nindis como los ha llamado, y de los que a finales de 2017 habrá más de 60 disponibles.
Pero en el momento de la puesta a la venta de la Switch, se vende sin juego, y eso supone una buena inversión. Unos 330 euros de la consola más el Zelda de 60 euros ya son 390 euros a desembolsar para jugar a un catálogo escaso en el que personalmente solo me interesaría además el I Am Setsune —los indis no me interesan, y los juegos de Neo Geo tampoco—.
La mayoría de los potenciales compradores de la consola se esperarán a la Navidad para comprar la consola en un lote con otros juegos y que salga más económica. Una Switch con un juego y 330 euros, por ejemplo, hará que sus ventas despunten. Pero en el momento de su lanzamiento solo llama la atención para los que quieren comprar lo último nada más salir.
¿Esperar o comprar?
Nintendo ha puesto en el mercado la mejor consola portátil hasta el momento, y una que tiene potencia de sobra. Para jugar en su pantalla a 720p, claro está. En la base no tiene la potencia suficiente como para mover ni siquiera el Zelda a sus 900p de manera fluida, y futuros juegos que sean más exigentes gráficamente menos todavía. Seguramente se vean juegos en modo base que mantengan los 720p de la pantalla de la portátil. Otros como un Mario Kart no tendrán mayor problema para llegar a 1080p y 60 FPS.
La consola me ha encantado, pero me parece que la base es un quiero y no puedo. Me gusta jugar al Breath of the Wild en el televisor, pero cuando te empieza a dar tirones en ciertas situaciones ves que igual es mejor sacar la consola de su base y tumbarte a jugar. El precio de 330 euros supone que lleva un sobreprecio por la base y el mando para enganchar los Joy Con, y por tanto bien la podría haber vendido Nintendo por 250 euros o menos. La base es un punto gris de la consola, y uno inadecuado con el Tegra X1 que utiliza.
Pero en general la consola es estupenda. Como portátil no tiene rival, y los juegos de Nintendo tienen un público muy definido a los que la calidad de los gráficos les importa menos que la diversión que les aporta. Los fanes auténticos de Nintendo no esperarán mucho a comprarla, pero los que les guste los juegos de la compañía, bueno, esperarán a que haya esos juegos. Es una consola que parece que ha tenido un lanzamiento apresurado, pero una consola portátil sensacional.