Desde la puesta a la venta de la Switch la semana pasada, Nintendo ha tenido que enfrentarse a diversos problemas que le han ido apareciendo a la consola. Algunos son de un mal uso de la consola —si no tienes cuidado al ponerla en la base se te raya, y hay gente que tiene muy poco cuidado al ponerla, la mía sigue inmaculada—, y otros son defectos de hardware como parpadeos de pantalla y píxeles muertos.
De este último problema, Nintendo ha asegurado que es algo normal, y hay que ponerlo en contexto. "Pequeñas cantidades de píxeles muertos o que se quedan permanentes en un color es algo común en las pantallas LCD. Son normales y no se deberían considerar un defecto". En The Guardian recuerdan que la PlayStation Portable (PSP) también sufrió de estos problemas, que se corrigieron posteriormente a media que mejoró la tecnología de las pantallas LCD, pero también con la primera DS de Nintendo.
Las garantías de las pantallas permiten que haya un número limitado de píxeles defectuosos, por lo que a los consumidores la única salida que les queda si los detectan nada más comprar un producto con pantalla defectuoso es devolverlo dentro del plazo de prueba. Como indica Ars Technica, el estándar ISO 13406-2 regula varias categorías de píxeles defectuosos y cuántos se permiten en cada una. La clase 1 no permite ninguno, mientras que la clase 2 permite dos píxeles defectuosos, y la mayoría de las compañías se adhieren a la clase 2 para cubrirse las espaldas.
Con el tiempo, y si el problema fuera generalizado, Nintendo podría crear un programa de sustitución de pantallas de la Switch, pero en estos momentos lo mejor es devolver la consola si presenta cualquier tipo de problema. Pero en los países de la Unión Europea es más fácil hacerlo que en otros como EE. UU. porque se puede hacer sin dar ningún tipo de explicación, por lo que no siempre será una solución posible. La otra solución es presionar a Nintendo para que meta en garantía los píxeles muertos.
Vía: Ars Technica.