Asus tiene en su catálogo uno de los sobremesa más curiosos por su extravagante diseño. En la parte inferior del frontal dispone de una tuerbina con iluminación para la entrada de aire, y se vende junto con una pulsera que, al acercarla al equipo, desbloquea una partición protegida del disco duro. El GT51 ahora ha sido renovado con un procesador Core i7-7700K como novedad principal.
El equipo se puede configurar con una GeForce GTX 1070 o GTX 1080 —podrían haberlo renovado ofreciendo la GTX 1080 Ti también—. La placa base usa un chipset Z270 y dispone de 16 o 32 GB de memoria DDR4. En el apartado del almacenamiento se tienen múltiples opciones, hasta un disco duro de 3 TB de 7200 RPM combinado con hasta dos SSD de tipo PCIe de 512 GB en RAID 0.
No le faltan puertos de conexión repartidos entre el frontal y la trasera, con ocho USB 3.0, un PS/2, dos USB 3.1 (uno tipo C), conectores de auriculares y micrófono y Ethernet. El sonido recae en un DAC Sabre de ESS de hasta 32 bits y 384 kHz. El sistema de refrigeración permite una subida automática con solo pulsar un botón que llevará el procesador hasta los 4.8 GHz.
El precio de partida es de 2099 euros, y se pone a la venta a mediados de abril.