Uber no está teniendo un buen año, y lo demuestra que en Europa ha recibido un fuerte revés en la Unión Europea al considerarla una empresa de transporte de personas, y en EE. UU. fue denunciada por robo de tecnología por parte de Waymo. Esta última compañía es propiedad de Alphabet, que es la matriz de Google.
Google alega que su exingeniero Anthony Levandowski abandonó la compañía llevándose 14 000 documentos confidenciales y los usó para que Uber comprara en 2016 su compañía Otto por 680 M$. Esos documentos se centran en la conducción autónoma, así como patentes y el sistema lídar que usaba Google en sus vehículos autónomos.
Ahora el juez encargado de decidir si ha habido robo de secretos industriales ha desestimado la solicitud de arbitraje de Uber. Por tanto, el caso irá a juicio, pero va a ser remitido al fiscal general de los EE. UU. para ser investigado por las autoridades federales para estimar si ha existido dicho robo de secretos industriales. El juez del caso no se posiciona respecto a si Uber debe o no ser procesada por este caso, ya que el tipo de delito es de ámbito federal.