Gigabyte cierra por abajo su serie Aorus Gaming de placas base con el chipset X299 con la Aorus X299 Gaming. Se sitúa por debajo de la Aorus X299 Gaming 3, a la que resta varias características. La más obvia es que los bancos de memoria pasan de ocho a cuatro, con una velocidad de hasta 4133 MHz con XMP, o más con la subida manual.
Pierde también la iluminación RGB de la placa, salvo en la zona del circuito de audio, con iluminación naranja. Mantiene los dos cabezales para tiras de ledes RGB, otro para bomba de agua de 15 W, y se alimenta con un único conector EPS de 4+4 pines. Dispone de tres ranuras PCIe 3.0 x16, funcionan a x16/x8/x4 —válido para procesadores de hasta 28 pistas PCIe, pero no los más potentes Core X que gestionan 44 pistas PCIe—, permitiendo el SLI de dos tarjetas, y el CrossFire de tres tarjetas gráficas.
Dispone de dos ranuras M.2 para SSD de tipo PCIe o SATA3, el códec de audio es un ALC1220 de Realtek, y el controlador Ethernet está fabricado por Intel. En la parte trasera dispone de dos conectores USB 3.1 tipo A, seis USB 3.0, un PS/2 y seis de audio de 3.5 mm. Una placa de prestaciones limitadas para lo que son las X299, pero lo llevará en el precio. Aunque Gigabyte no lo ha indicado, se situará en torno a los 250 euros teniendo en cuenta que la Aorus X299 Gaming 3 cuesta 300 euros.
Vía: TechPowerUp.