Análisis: Xiaomi Redmi 4A

Xiaomi lleva creando teléfonos inteligentes desde 2010, pero no ha sido hasta noviembre de 2017 cuando ha desembarcado oficialmente en España. Ha traído varios móviles y otros dispositivos para venderlos directamente, y el teléfono más barato es el Redmi 4A, aunque ello no significa que escatime en características.

El Redmi 4A es un teléfono con un diseño decente, un procesador de cuatro núcleos y suficiente RAM y almacenamiento para el usuario medio. Lo mejor de todo es su PVPR (precio de venta al público recomendado) de 99 euros, el cual lo convierte en una de las opciones más interesantes de la gama baja.

Diseño y características

Como la mayoría de los teléfonos chinos, Xiaomi nunca ha tenido ningún problema en copiar los diseños de los productos de Apple. El Redmi 4A no es distinto, aunque al tener una carcasa de plástico se podría decir que es uno de los teléfonos menor iphonero que tiene en su catálogo. La pantalla frontal no dispone de bordes redondeados, pero se sujeta bien al tener un tamaño de 139.5 × 70.4 × 8.5 mm, que es menos que lo que tienen la mayoría de teléfonos vendidos actualmente.

La parte trasera de plástico es agradable al tacto, y en la parte inferior se sitúa el altavoz del teléfono, mientras que en la esquina superior izquierda se encuentra la cámara de 13 Mpx y el flas led que integra. La carcasa dispone de surcos en la parte superior e inferior para imitar a los surcos de las bandas de plástico del iPhone 6, aunque en diseño está muy lejos de este dispositivo.

En la parte inferior del mismo se encuentra un conector micro-USB 2.0, y en la parte superior izquierda está el conector de audio de 3.5 mm, junto a un sensor de infrarrojos por lo que hay la opción de utilizar el teléfono como mando del televisor. En el lateral derecho están los botones de volumen y encendido, y en el izquierdo se encuentra la bandeja para dos tarjetas micro-SIM, aunque en una de ellas puede ponerse alternativamente una tarjeta micro-SD de hasta 128 GB.

Por si os lo preguntáis, el contenido de la caja en el que se vende el teléfono en España incluye un papel a modo de garantía de dos años, que era el motivo por el que muchos consumidores optan por evitar los teléfonos chinos. También se incluye el clip para extraer la bandeja de las SIM, y un cargador de 5 V y 1 A con un cable micro-USB tipo A a USB tipo C. Este servirá para recargar sin problemas la batería de 3120 mAh del teléfono.

Con un procesador Snapdragon 425, 2 GB de RAM y 16 GB de almacenamiento, el apartado del rendimiento no está mal cubierto si se combina con la pantalla de 5 pulgadas HD que incluye. No es el mejor procesador, ni la mejor pantalla, pero combinan bien y no da problemas de fluidez salvo que se estén haciendo cosas en el teléfono en segundo plano.

El apartado fotográfico está cubierto por una cámara trasera de 13 Mpx y una delantera de 5 Mpx, ambas con una apertura f/2.2. En este tipo de teléfonos de precio reducido, la calidad de las fotos va a depender enormemente de la aplicación de cámara que acompañe al teléfono.

Rendimiento

CPU

XIaomi recurre a un Snapdragon 425 como sistema en chip para potenciar este teléfono de gama baja, y es un procesador que era habitual hace no tanto en la gama media, desplazado por los Snapdragon 430 y 435. Es un procesador de 64 bits y cuatro núcleos Cortex-A53 a 1.4 GHz, que incluye 2 GB de memoria LPDDR3 a 667 MHz.

Es suficiente para darle fluidez en cualquiera de las aplicaciones más habituales, aunque si el teléfono está haciendo alguna cosa en segundo plano se hace evidente que no es el procesador más potente del mercado. Pero lo habitual es que el teléfono funcione fluido, con algún retardo al cambiar entre aplicación si estaba totalmente suspendida, pero la interfaz va suficientemente bien en general, como los gama media de hace uno o dos años. De hecho, el Redmi 4A lleva ya un año en el mercado.

GPU

La gráfica integrada en el chip es una Adreno 308. No es excesivamente potente, pero sí puede mover con bastante fluidez una resolución de 720 × 1280 píxeles como la incluida en este teléfono. De hecho, debido a esa resolución da unos resultados de rendimiento similares a otros teléfonos con un Snapdragon 430 y una GPU integrada más potente, pero emparejados con una pantalla de 1920 × 1080 píxeles.

Pantalla

La pantalla de este teléfonoes de 5 pulgadas con la ya mencionada resolución de 1280 × 720 píxeles. Si bien la densidad de píxeles es de 294 PPP, se ve nítida. El panel usado es de tipo IPS, y en general tiene una buena calidad de color. Se ve bien en exteriores con sus 450 nits de brillo máximo, aunque le falta un poco más para verse perfectamente. El brillo automático no funciona del todo bien, aunque generalmente sí regula adecuadamente la pantalla. Aunque la temperatura de color es adecuada, los colores aparecen ligeramente saturados.

Wifi, LTE, GPS

Este teléfono incluye wifi de tipo 802.11 b/g/n y es uno de los aspectos en los que Xiaomi suele recortar. Eso significa que, teniendo una sola ante de transmisión y recepción, la velocidad teórica máxima del teléfono será de 72 Mb/s estando el dispositivo al lado del enrutador wifi. A tres metros de distancia, la velocidad se sitúa sobre los 42 Mb/s —algo más de 5.2 MB/s—. Es suficiente para instalar aplicaciones, aunque mover archivos grandes como películas puede resultar algo lento. Aun así, no es el tipo de teléfono para ver de manera regular vídeos en su pantalla.

El teléfono no tiene problemas de recepción de señal LTE o cobertura, y se escucha generalmente bien. Utiliza las bandas 1, 3, 4, 5, 7, y 20, las más frecuentes en España, por lo que salvo que se vaya a pueblos o ciudades pequeñas debería haber cobertura siempre de LTE. No he notado problemas con el uso del sistema de GPS, con los habituales errores de unos metros generados por esta tecnología de posicionamiento.

Almacenamiento y sonido

En el apartado del almacenamiento, la memoria flash que Xiaomi utiliza en este teléfono no es la más rápida del mercado, pero se comporta bien con unas velocidades secuenciales máximas de lectura/escritura de 197 y 56 MB/s. Las velocidades aleatorias son de 35 y 4.3 MB/s, que es similar al de otros dispositivos de gama media, aunque en la parte baja del rendimiento de escritura aleatoria

En cuanto al sonido, el altavoz situado en la parte inferior trasera es potente, pero el si se pasa de un 60 o 70 % de su nivel máximo, entonces el altavoz empieza a distorsionar. La calidad del sonido no es excepcional, pero a un volumen moderado se escucha bien. Con auriculares se puede escuchar con buena calidad y potencia, aunque ciertamente no incluye un DAC para audiófilos —y tampoco se puede esperar uno así por el precio del teléfono—.

Autonomía

Xiaomi incluye solo un cargador de 5 W con este móvil (5V y 1 A), y con él se puede recargar su batería de 3120 mAh en unas cuatro horas, que no es para nada una carga rápida. Un puerto USB 3.0 dará un tiempo de recarga algo mayor. Aun así, la autonomía de este teléfono es buena, aunque no maravillosa.

Puede aguantar un par de días sin problemas con un uso de alguna llamada y algun wasap, pero un uso más intenso hará que dure unas ocho o nueve horas de pantalla con el brillo a 200 nits. Es un valor que no está mal, aunque no destaque como habría conseguido de incluir una batería mayor como la que incluye el Redmi 4X. En general no habrá problemas, con un uso moderado, de que aguante un día y medio sin necesidad de recargarlo.

Cámaras

La cámara trasera es de 13 megapíxeles con apertura f/2.2, y en estos teléfonos de gama baja depende la calidad de imagen enormemente de los algoritmos de posprocesado que aplique la compañía. Xiaomi ha mejorado mucho en este terreno en los últimos dos años, aunque para este teléfono tampoco puede hacer milagros.

Las opciones de la aplicación de Cámara son variadas, aunque tampoco sean de nivel profesional. Se puede elegir diversos modos de fotografía, incluida fotografía panorámica, pero también el habitual modo de embellecimiento para selfis. El modo manual solo permite ajusta el balance de blancos y seleccionar el ISO. También se proporcionan los habituales filtros de imagen que no podían faltar.

El posprocesado es bastante agresivo en lo que se refiere a eliminar ruido. Si bien de lejos saca imágenes bastante nítidas y con buena captura de color, al ampliar las fotos se empieza a ver que los bordes de los objetos no están tan definidos como sería deseable. Pero debido a que el sensor de la cámara no es gran cosa, lo cierto es que hace una labor muy buena para que al menos la foto sirva para añadirla a un álbum y conservarla para la posterioridad.

Algunos ejemplos de las fotos que saca, en exteriores e interiores. El autofoco requiere de un par de segundos para actuar. Un ejemplo de foto sacada sobre la marcha con un segundo dejado para que enfoque como es la del edificio muestra además el fuerte desenfoque que aplica el posprocesado para maquillar que es una cámara de teléfono de gama baja, ya que hay zonas que parecen acuosas. Pero en general, no es una calidad mala de fotos, y tampoco es buena. Son aprovechables cuando se sacan en la mayoría de condiciones, y al menos los colores los captura bastante bien.

En interiores, con luz artificial algo tenue, no saca tampoco malas fotos, y son totalmente aprovechables, aunque se nota mucho más el difuminado que aplica a las fotos.

La cámara delantera de 5 Mpx tiene una apertura f/2.2, y es decente. Servirá sin problemas para videoconferencias.

Software

La versión que viene preinstalada de Android en este teléfono es la 6.0.1 con la capa de personalización MIUI 8, en perfecto español. Xiaomi ha copiado para esta capa el aspecto general de iOS, y se nota a lo largo y ancho del teléfono, incluso en las aplicaciones preinstaladas. El Redmi 4A cuenta con las aplicaciones preinstaladas de Google que se pueden esperar ver en todo teléfono, como Gmail, Fotos, Chrome o Play Store, pero Xiaomi también aporta sus propias aplicaciones.

Algunas de ellas —unas pocas— se pueden desinstalar en los ajustes del sistema bajo Aplicaciones instaladas, donde se ve un listado de todos los procesos y aplicaciones del móvil. No todas ellas serán desinstables, ya que si bien Navegador o Música se pueden retirar, Mensajes o Notas no se puede. Tampoco son aplicaciones que ocupen mucho, y cada uno de esas dos ocupa 300 KB, mientras que Clima y Galería ocupan 3 MB cada una. Pero en general, sí hay cierto nivel de aplicaciones basura en el teléfono a intentar desinstalar como parte de su puesta en marcha.

Conclusión

Muchos se preguntan cómo puede ofrecer Xiaomi un teléfono con las características del Redmi 4A por el precio al que lo ofrece. Si bien se vende oficialmente en España por 99.99 euros (109.99 euros el de 32 GB de almacenamiento), en otras tiendas se puede comprar la versión internacional por incluso 80 euros, con gastos de envío incluidos. Un precio ridículamente bajo para el hardware que incluye. La respuesta requeriría un artículo entero.

Es mejor pensar que es un fabricante económico que hace buenos productos a precios bajos, y lo hace equilibrando la calidad de los componentes para dar una buena experiencia de uso sin recortar excesivamente en nada. La pantalla no tiene buenos ángulos de visión, pero de frente tiene bastante brillo y buena calidad de color, aunque algo saturados. El rendimiento es justo para wasapear y navegar algo por internet, y la calidad del sonido es suficiente para usarlo como reproductor. La cámara del teléfono es más que decente, y la autonomía bastante buena.

El Redmi 4A no es el mejor teléfono del mercado, pero probablemente sí sea el mejor teléfono que se puede comprar si se tienen 100 euros para comprar un teléfono. No merece la pena ahorrar 20 o 30 euros más en otros modelos de otras compañías, ya que al menos Xiaomi intenta proporcionar actualizaciones continuas de MIUI —aunque eso no signifique actualización a una versión más actual del sistema operativo—. Es en definitiva un teléfono más que recomendable.