La compra de la 21st Century Fox por parte de Disney ha sido un terremoto en la industria del entretenimiento. Esta adquisición no está cerrada, pues las autoridades aún deben dar su aprobación. Tanto la Comisión Federal de Comunicaciones de los Estados Unidos como el Departamento de Justicia mirarán con lupa esta compra, ya que las repercusiones a nivel empresarial y de medios de comunicación son más trascendentes de lo que parecen.
Si las autoridades bloquean el acuerdo, como ha pasado con la compra de Time Warner por parte de AT&T, no solo se vería alterada la estrategia de Disney para competir con Netflix y otras compañías tecnológicas, como Amazon, sino que tendría que pagar a Fox 2500 millones de dólares. Además, en caso de que Fox se repiense la venta, tendría que pagar a Disney 1525 millones de dólares en concepto de cese del acuerdo, aunque seguro que Disney aceptaría reducir la cantidad a cambio de los derechos de Los 4 Fantásticos y La Patrulla-X.
Por el momento, el presidente Trump está en la Casa Blanca e Ike Perlmutter, presidente de Marvel y accionista de Disney, guarda buenas relaciones con él. Si Trump ha decidido acabar con la neutralidad de la red en su país, con lo partidario que es de la gran empresa, cuesta pensar que no permita su administración esta compra, especialmente cuando no incluye la división de noticias de la Fox.
Vía: Comic Book Resources.