Los actos de piratería informática respaldados por un gobierno son cada vez más frecuentes y audaces. Recientemente los casos más conocidos son atribuidos a China, Rusia o Corea del Norte, aunque de vez en cuando saltan casos atribuidos a países de Oriente Medio. El más reciente conocido tiene, supuestamente, al Líbano como protagonista.
La Fundación Fronteras Electrónicas (EFF), y la compañía de seguridad Lookout han publicado un informe en el que detallan una campaña de este tipo que habría sido llevada a cabo por una agencia de información de dicho país. Esta agencia espió a miles de personas de más de 20 países desde 2012, recopilando información sobre industrias, instituciones financieras, periodistas, militares y activistas.
La información, que incluye registros de llamadas, información de contacto y fotos, fue recopilada empleando aplicaciones maliciosas que se imitaban a Signal y WhatsApp, las cuales contenían malware. La operación libanesa habría sido conocida como Dark Caracal, pero no era muy segura, ya que toda la información recogida fue almacenada en un servidor conectado a Inernet y sin protección de nigún tipo.
La EFF y Lookout han relacionado los datos obtenidos con una red WiFi en las cercanías de la Dirección de Seguridad General del Líbano, quien habría sido la responsable de la operación o, en todo caso, la habría respaldado.
Vía: EnGadget.