Los procesadores actuales tienen una gran potencia de cómputo, pero para hacer buen uso de ella necesitan una velocidad de conexión con el resto de componentes que le siga el ritmo. Dicho de un modo más técnico, necesita un ancho de banda, medida en bits por segundo, que permite al procesador recibir la información que necesita procesar. En el terreno de los vehículos autónomos, Nvidia necesita conectar todos los sistemas de un vehículo a su unidad Drive PX, y para ello ha recurrido a las soluciones de Aquantia.
En este escenario, los sensores generan una elevada cantidad de información en forma de imágenes y otros datos que podrían ser comprimidos para enviarlos a Drive PX, o enviarlos en bruto para tener una menor latencia en el envío. Los sistemas autónomos de nivel 4 y 5 (autonomía completa) han optado por este segundo método, por considerarlo más seguro para la función tan crítica que tienen.
Según las transparencias proporcionadas por Aquantia, una única cámara 4K y 60 FPS con color de 8 bits requiere de 3.98 Gb/s de transferencia, mientras que las de mayor calidad de 12 bits requieren 5.97 Gb/s. A su vez, hay que multiplicarlo por el número de cámaras que tenga un vehículo autónomo, que puede ir de cuatro a ocho. Actualmente se usan enlace de 100 Mb/s y 1 Gb/s en los coches, y es donde entra en juego Aquantia como fabricante de este tipo de chips de comunicación. La conexión entre Drive PX y la cámara se establecerá a partir de ahora a través de varios enlaces de alta capacidad, que irán de los 2.5 a los 10 Gb/s.
Aquantia va a proporcionar tres chips a Nvidia para la gestión del tráfico interno de los vehículos: AQC100, AQVC100 y AQVC107. El primero es un mero chip que transmite a nivel físico (el medio), el segundo hace la conexión a nivel de enlace (MAC), y el tercero lo hace en ambos —codifica y envía la información a través del medio—. El primero y tercero permiten conexiones de 2.5 Gb/s, 5 Gb/s y 10 Gb/s, mientras que el segundo lo hace a velocidad de PCIe 2.0 o 3.0, y dos o cuatro canales (hasta 32 Gb/s), ya que hace de mera controladora a nivel de enlace —no transmita nada a través del medio físico, que se encargará de ello otra parte del sistema—.
Una imagen de ejemplo de Aquantia demuestra los sistemas que tiene que gestionar un sistema de conducción autónoma avanzado, lo que incluye ocho cámaras, hasta diez sensores adicionales —entre radares, lídares y sonares—, diversos conmutadores de varios enlaces físicos, y los controladores y chips de transmisión física —estos último son los chips aportados por Aquantia—. Todos los chips se empezarán a usar en los sistemas de conducción autónoma de los socios de Nvidia, y se venden en empaquetado BGA (matriz de rejilla de bolas, o soldado a placa), con un tamaño que va de los 7 × 8 mm hasta los 12 × 14 mm.
Vía: AnandTech.