Desde que Nvidia y sus socios presentaran a principios de 2017 una serie de monitores con lo que se denomina G-SYNC HDR, todas las compañías los han ido retrasando trimestre a trimestre. Si bien indicaron que finalmente estarían en el mercado para la primera mitad de 2018, finalmente van a verse retrasados un trimestre más y ahora mismo se espera que estén disponibles en el tercer trimestre del año.
Estos monitores con G-SYNC HDR, además de la tecnología adaptativa G-SYNC compatible con imágenes de alto rango dinámico (HDR), cuentan con paneles IPS de punto cuántico con 1000 nits de brillo máximo con 384 zonas de iluminación independiente para ser totalmente compatibles con lo que es el HDR dinámico tipo Dolby Vision o HDR10+. También cuentan con un refresco de pantalla de 144 Hz y una resolución de 3840 × 2160 píxeles, por lo que no van a ser baratos. Por poner un ejemplo, el monitor profesional ProArt PA32UC de ASUS cuesta 2499 euros con similares características de color —amplia cobertura a DCI-P3— y HDR, pero sin G-SYNC HDR.
Para ser más específico, los modelos con pantalla de 27 pulgadas no llegarían hasta el tercer trimestre, y los de 35 pulgadas no estarían disponibles hasta el último trimestre del año, por lo que se van a acercar a más de año y medio de retraso ya que deberían haber estado a la venta inicialmente antes del verano de 2017. Los modelos afectados son, por ejemplo, el PG27UQ de ASUS y el Predator X27 de Acer.