AMD pone a la venta los Ryzen 2600, 2600X, 2700 y 2700X: características y rendimiento

Ha llegado el día en que AMD ha dado el visto bueno a las tiendas para que empiecen a enviar los procesadores de la serie Ryzen 2000, la esperada renovación de 2018 con nueva arquitectura basada en los núcleos Zen. Esta serie dispone de núcleos Zen+ ya que tienen ciertas mejoras en su arquitectura, aunque casi no cambian con los Zen. Esas mejoras se centran en una mayor velocidad de memoria a usar con ellos, una menor latencia de memoria, y están fabricados con un proceso litográfico de 12 nm por GlobalFoundries.

Estos procesadores incluyen un único chip Zeppelin de ocho núcleos físicos en su encapsulado, el cual AMD va recortando en función del modelo específico para el que se vaya a vender. Un chip de ocho núcleos, si presenta taras en algunos de sus núcleos, se desactivan generalmente con láser y se venden como uno inferior. Es práctica estándar en la industria para aprovechar chips que, por otro lado, son totalmente funcionales.

Aunque estén fabricados a 12 nm, el tamaño de los chips se mantiene igual. En el cambio de 14 a 12 nm, lo que han hecho es que los componentes del chip Zeppelin ocupen menos espacio en su posición, pero mantienen lo que ocupan a nivel del chip en general. Eso hace que el chip Zeppelin se quede en exactamente los mismos 213 mm² que los usados en los Ryzen 1000, con 4800 millones de transistores en su interior.

La disposición física de sus componentes se mantiene, por tanto, igual. En última instancia, la mejora de las IPC (instrucciones por ciclo) de los Ryzen 2000 solo ha subido un 3 %. La mejora de rendimiento proviene de un aumento de las frecuencias, que manteniendo la misma arquitectura y disposición, lleva a un aumento de consumo y temperaturas en los procesadores. Esa mejora de rendimiento global en los Ryzen 2000 se sitúa en torno al 10 %, combinado con el rango de frecuencias extendido (XFR2) y un nuevo turbo de precisión (Turbo Boost 2) para regular mejor las frecuencias turbo.

En el apartado del rendimiento de procesamiento, estos procesadores intercambian posiciones con el Core i7-8700K, pero en general suelen quedar por encima.

Sin embargo, en el terreno de los videojuegos, resulta bastante curiosos los resultados de AnandTech, ya que en los juegos que han elegido siempre quedan por encima del Core i7-8700K cuando son acompañados de una GTX 1080. Así que es probable que, con ese 10 % más de rendimiento y los retoques a las latencias de la memoria RAM, AMD haya conseguido eliminar uno de los limitadores de los procesadores Ryzen, para júbilo de los fanes de la compañía.

En el caso de los análisis de los Ryzen 7 2700X y Ryzen 7 2600X que ha hecho Guru 3D, los resultados son más ajustados a lo que se podría esperar, con un rendimiento que exprime a 1080p casi todo el potencia de una tarjeta gráfica potente como es la GTX 1080.

Los nuevos Ryzen 2000 van a dar mucho de lo que hablar, y tengo un Ryzen 5 2600X de camino, el cual debería haber llegado ayer pero lo hará finalmente mañana o el lunes. En mi caso lo someteré a la habitual batería de pruebas, aunque por cuestiones de la vida ya no tengo la GTX 1080, así que lo probaré directamente con la GeForce GTX 1080 Ti y quizás con una Radeon RX Vega 64 que ahora tengo a mano.

El único problema que se podrá objetar al análisis es que será con una placa base con chipset B350, que es el más común que se usará mientras AMD no saque un nuevo chipset económico que aproveche XFR2 y todo el potencial de los Ryzen 2000. Aunque, eso sí, mi intención es conseguir una X470 que aguante la memoria a 3600 MHz, conseguir 16 GB a esa velocidad, y comparar el rendimiento extra que se consigue respecto a los 3200 MHz típicos de la plataforma Ryzen.

Vía: AnandTech.