Muchos de los que habéis buscado un portátil en los últimos años os habréis preguntando que por qué no sacan equipos con pocos marcos y ligeros en la banda de los 1000 euros, pero con suficiente potencia para jugar. Es una pregunta difícil de responder, pero MSI ha querido hacerse eco de ello presentando la serie GF63.

Es un portátil que no tiene carcasa de aluminio, lo que encarecería el producto, sino que recurre a una fabricación en plástico con una tapa con acabado que emula al aluminio pulido, llevando ese diseño de pocos marcos y ligero a la gama generalista de portátiles.

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Con un tamaño de 359 mm × 254 mm × 21.7 mm y un peso de 1.86 kg, reduce unos 8 mm su grosor y en 400 gramos el peso con respecto a portátiles con características y precio similar como el GL63. Bueno, probablemente sea un poco más caro, pero no excesivamente más. La base del teclado es de aluminio para reforzarla, y está retroiluminado en color rojo, con los marcos laterales de pantalla teniendo tan solo 4.9 mm de grosor.

La pantalla es de 15.6 pulgadas de tipo IPS con resolución FHD. Estará disponible con un Core i5-8300H o un Core i7-8750H, con 16 GB de memoria DDR4 a 2667 MHz, e incluye al menos un disco duro de 1 TB. La tarjeta gráfica será una GTX 1050 de 4 GB (GF63 8RC) o una GTX 1050 Ti de 4 GB (GF83 8RD).

La conectividad se centra en wifi 802.11ac y Bluetooth 5.0, y Ethernet, con tres conectores USB 3.0, un USB 3.0 tipo C, y un HDMI. Dispone igualmente de cámara web y dos conectores de 3.5 mm, más una batería de 51 Wh con la que prometen hasta 7 horas de autonomía —mucho me parece a mí—.