Google sigue buscando formas de fortalecer la seguridad de las aplicaciones Android para prevenir la aparición de instalables con malware. Una de las últimas formas de conseguirlo ha sido añadiendo una gestión de derechos digitales o DRM a las aplicaciones que se descargan desde la Play Store. Se trata de un contenido adicional añadido a los paquetes de aplicaciones Android (APK) en forma de metadatos que identifican a la aplicación como distribuida desde la Play Store.
El objetivo es proteger a los usuarios en aquellos países en los que se tiende a compartir los APK entre usuarios en vez de descargarlos de internet. El motivo suele ser una baja implantación de internet en los hogares o tarifas de datos elevadas, como ocurre en la India. Esto tiene la ventaja de que se puede determinar sin necesidad de tener conexión si un APK es auténtico o ha sido manipulado, lo que nuevamente beneficia a estos países.
La adición de estos metadatos se hace directamente en la Play Store, por lo que los desarrolladores no tienen que hacer nada. Sin embargo, también tiene otros beneficios de cara a los desarrolladores, como será la imposibilidad de crear nuevos APK en los que se elimine la publicidad de los archivos, o que en base a este DRM se fuerce a los usuarios a usar una versión más actual de la aplicación, declarando totalmente obsoletas —e imposibles de ejecutar— las anteriores.
Fuente: Android Developers. Vía: EnGadget.