La producción de contenidos nuevos de Netflix, sean series, películas o documentales, está siendo ciertamente vertiginosa. En su afán de tener algo para que cualquier suscriptor encuentre en la plataforma algo de su interés, el gasto que están acometiendo anualmente alcanza, de un tiempo a esta parte, varios miles de millones de dólares. Sin embargo, la gran cantidad de contenidos nuevos no se está traduciendo en nuevos suscriptores.
El último anuncio de suscriptores de la compañía indica que desde el pasado abril, momento en el que alcanzaron los 125 millones de suscriptores a nivel mundial, solamente había conseguido sumar 5,15 millones de suscriptores nuevos, de los cuales 670 000 están en los Estados Unidos. Esta cifra está por debajo de los 6,2 millones previstos en todo el mundo, de los cuales 1,2 millones de suscriptores de esta previsión correspondían al país norteamericano.
No todo son malas noticias. Los ingresos del vídeo bajo demanda han llegado a los 3 814 millones de dólares, repartidos en 1 893 millones de dólares en Estados Unidos y 1 921 millones de dólares en el resto del mundo. Del año pasado a este, la compañía ha aumentado un 42,8 por ciento, lo que es una noticia estupenda para los accionistas, a la cual hay que sumar las numerosas nominaciones a los Emmy que han tenido este año, rompiendo la racha de HBO, compañía que llevaba 17 años seguidos acaparando el mayor número de nominaciones.
