MSI ha presentado una nueva placa base que está orientada a ser utilizada por los procesadores Threadripper 2000. Cuenta con un mejorado sistema de alimentación de diecinueve fases para mantener la estabilidad de los procesadores de 250 W de TDP con treintaidós núcleos físicos que incluyen. La MEG X399 Creation es de lo mejor con el chipset X399 que va a haber en el mercado, y tiene un formato E-ATX.

Además del gran zócalo TR4 incluido, a cada lado hay cuatro bancos de memoria para un total de ocho, que admite DDR4 de hasta 3600 MHz sin excesivos problemas, aunque también dependerá del número de módulos en uso y el tipo para poder subir de ahí o que se quede su frecuencia por debajo. Con los primeros Threadripper, si se quería tener 128 GB instalados, la mayoría de las veces no pasaba de los 2667 MHz. Funcionan en canal cuádruple como es habitual.

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La placa base se alimenta con dos conectores de 4+4 pines. Incluye la inevitable iluminación RGB en torno a la zona del chipset, el protector de las conexiones traseras y el lateral derecho. El dispersor del chipset, al quitarlo, deja ver tres ranuras M.2, dos 2280 y una 22110. También se incluye cuatro ranuras PCIe 3.0 ×16 para disposiciones de varias tarjetas gráficas, que es la gracia de esta plataforma respecto a los Ryzen normales. Se incluye ocho conectores SATA3, cabezales USB 2.0, 3.0 y 3.1, y un circuito de audio ALC1220 de Realtek.

En el panel trasero hay nueve conectores USB 3.0, un USB 3.0 tipo C, dos Ethernet con controlador I211 de Intel, uno de audio óptico, y cinco de audio de 3.5 mm. También se incluyen dos de antena para la conectividad wifi 802.11 ac y Bluetooth 5.0, y botones de reinicio y borrado de CMOS. Se incluye un adaptador Aero PCIe 3.0 ×16 para poner en su interior cuatro M.2 2280 con un ventilador de 100 mm.