Si todavía los televisores 4K no están totalmente integrados en los hogares, las compañías ya quieren vender televisores con resolución 8K. Están llegando con cuentagotas, hasta que el próximo año, en el CES de enero, las compañías se vuelquen hacia ellos. Es una predicción mía. Samsung ha anunciado en la IFA 2018 los televisores Q900R que tienen una pantalla QLED, con tamaños de 65'' (1.65 m), 75'' (1.9 m), 82'' (2.08 m), y 85'' (2.16 m).

Puesto que no hay tanto contenido a 4K en internet, hay casi cero a 8K —algún vídeo en YouTube y poco más—, y por tanto Samsung ha integrado en estos televisores un sistema de reescalado a resolución 8K usando inteligencia artificial (IA). Esa resolución de 7680 × 4320 píxeles es un problema para que la decodifique la mayoría de tarjetas gráficas actuales, y en este sentido solo las más recientes, como las GeForce RTX, incluyen decodificadores específicos para 8K. De ahí que sea necesario ese reescalado en hardware específico del televisor.

Ese procesador se llama Quantum 8K, y lo integra esta serie para reconocer el contenido procedente de un centro multimedia, HDMI, USB o incluso móviles, para reescalarlo a 8K usando aprendizaje automático. Aparentemente, genera unas imágenes nítidas y con la calidad que se podría esperar de un contenido a 8K. El panel usado tiene hasta 4000 nits de brillo máximo, con un sistema de contraste mejorado y mejor calidad de color, y es compatible con HDR10+.

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