Intel está modificando sus costumbres respecto a sus unidades gráficas. En los últimos meses ha estado distribuyendo continuas actualizaciones de los controladores gráficos para las unidades gráficas integradas en sus procesadores, con la intención de optimizar el funcionamiento de los últimos lanzamientos de juegos. Es allanar el camino a la futura llegada en 2020 de su primera tarjeta gráfica, porque tienen mucho trabajo por delante.
Una de las tareas es la de hacer compatible sus unidades gráficas con Adaptive Sync, el estándar de VESA para transmisión de imagen que permite la sincronización adaptable de refresco. Es el estándar abierto en el que se basa FreeSync de AMD, a diferencia del sistema propietario que utiliza Nvidia para sus tarjetas gráficas, G-SYNC.
Preguntado sobre el estado de desarrollo de esta compatibilidad de las GPU de Intel con Adaptive Sync, Chris Hook, recién llegado hace unos meses a Intel desde la división de tarjetas gráficas de AMD, ha indicado que «soy un gran fan de Adaptive Sync», indicando que sí, que tienen intención de implementarlo para las GPU de generación 10 y 11. Esta arquitectura es la usada en los últimos años, por lo que de activar Adaptive Sync, habría una multitud de equipos que serían directamente compatibles con los monitores Adaptive Sync y, por extensión, con los que se anuncian como FreeSync. Es una tecnología de implementación gratuita de cara al fabricante de monitores, por lo que la mayoría de los que llegan actualmente lo tienen.
Vía: The Tech Report.