AMD siempre ha dejado la puerta abierta a que los fabricantes de tarjetas gráficas diseñaran sus propios modelos de pequeño tamaño basadas en los chips gráficos Vega. En esta ocasión, y a diferencia de lo que ocurriera con los chips Fiji, no hay una unidad de procesamiento gráfico específica para estos modelos, que conformó en la pasada generación de AMD la R9 Nano. El sufijo nano se queda ahora para una versión especial pequeña de la tarjeta gráfica Radeon RX Vega 56.
PowerColor ha anunciado uno de estos modelos, llamándolo RX Vega 56 Edición Nano, que tiene un tamaño de solo 170 mm × 95 mm × 38 mm. En torno a él han creado un grueso disipador con una ventilación de un único ventilador, por lo que quizás haga algo de ruido, y tiene algunos problemas colaterales. El chip gráfico funciona a la misma frecuencia base de 1156 MHz y turbo de 1471 MHz, con 8 GB de memoria de alto ancho de banda (HBM2) a 1.6 GHz.
El tema de los chips Vega es que se calientan bastante, y tienen tendencia a reducir bastante su rendimiento para mantenerse dentro de unos límites térmicos. AMD provee en sus controladores tres modos de uso entre los que elegir: alto rendimiento, normal y bajo consumo. Para un mini-PC para el que está orientado esta tarjeta gráfica, habría que elegir este último, para generar menos calor y por tanto que haga menos ruido, porque personalmente no me fío de un Vega 56 refrigerado por un solo ventilador.
En cuanto a los conectores traseros, dispone de los tres habituales DisplayPort 1.4 y un HDMI 2.0b. Incluye un conector de alimentación de ocho pines y otro de seis pines, y se recomienda una fuente de alimentación de 550 W.
Vía: Guru3D.