NZXT entró a principios de año tímidamente en el sector de las placas base con un modelo al menos bastante interesante, N7 Z370, y ahora la ha renovado con la llegada de los tres primeros procesadores de 9.ª generación de Intel. Cambiando el chipset y algunos retoques más, NZXT ha presentado la N7 Z390, que mantiene los puntos de anclaje de una cobertura intercambiable para los que quieran darle un aspecto más personalizado a su placa base.

Llega en formato ATX, con un par de ranuras PCIe 3.0 ×16 para tarjetas gráficas y poder hacer SLI o Crossfire, más otras dos PCIe 3.0 ×4 y una PCIe 3.0 ×1. El chipset Z390 permite integrar wifi 802.11ac (AC 9560 de Intel) y Bluetooth 5.0 a la placa base sin añadir un controlador específico de estas conexiones, que es la principal novedad de este frente al Z370.

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La otra es que puede gestionar conexiones USB 3.1, y en la parte posterior tiene cuatro de ellas, además de un cabezal para USB 3.1 tipo C frontal. En el panel posterior tambié cuenta con dos USB 3.0, un panel informativo más botones de reinicio y arranque, un HDMI, cinco para audio 7.1, y uno de audio óptico. En la propia placa base también hay dos ranuras para SSD de tipo M.2, siendo ambas aptas para conexiones PCIe 3.0 y una de ellas también es compatible con SATA3. Para otros SSD o discos duros, incluye cuatro conexiones SATA3.

Entre otras características que destaca NZXT destaca su compatibilidad con el programa CAM de NZXT para su configuración y control de la iluminación y ventiladores, incluida la RGB, el uso de memoria de al menos 3866 MHz a través de perfiles de memoria XMP 2.0 —dispone de cuatro bancos de memoria—, y un sensor de ruido para ajustar al máximo el funcionamiento de los ventiladores para crear un entorno lo menos ruidoso posible y evitar tener que personalizar las curvas de funcionamiento de los ventiladores.

Su precio es de 249.99 euros y estará disponible a mediados de diciembre.