Intel está liada rehaciendo todo su entorno productivo después de que sus procesadores Core hayan llegado a máximos de precio. Es una situación que solo beneficia a AMD ya que tienen ahora mismo una excelente relación potencia-precio incluso para equipos para jugar. Intel ha dado prioridad a la producción de los chips que más márgenes de beneficios dan, como son los Core de sobremesa y los Xeon profesionales, dando de lado a los Pentium y Celeron, que tienen precios muy elevados para su potencia.
Pero Intel quiere introducir otras mejoras en el proceso productivo al dividir en tres ramas su división de producción. La primera estará centrado en el desarrollo de tecnologías, con Mike Mayberry a la cabeza, que tendrá la labor de agilizar la introducción de nuevas técnicas litográficas. La segunda se centrará en la fabricación y operaciones, con Ann Kelleher al mando, para todo lo relacionado con la producción en sí y el día a día de las fundiciones. La tercera se centrará en la cadena de suministros, liderada por Randhir Thakur.
Estarán bajo las órdenes de Venkata Renduchintala, que es el director de ingeniería de Intel, que recaló en la compañía en 2015 procedente de Qualcomm. Intel no va a poder ya acelerar la producción de los chips a 10 nm, que tendrían que haber llegado ya este año y que han sido retrasados hasta 2019. Este retraso, con parte de las fábricas ya adaptadas con los nuevos escáneres para producir obleas a 10 nm, ha motivado la falta de producción de chips a 14 nm, ya que el rendimiento de producción de las obleas a 10 nm hacía inviable su producción en masa.
Vía: TechPowerUp.