Nubia, submarca de ZTE, ha presentado un nuevo teléfono que se desmarca un poco del resto de teléfonos que hay en el mercado. Primeramente porque la pantalla del Nubia X que incluye no tiene muesca superior y de hecho permite aprovechar mucho el frontal, y lo segundo porque incluye una pantalla trasera algo más pequeña. Esa pantalla evita la necesidad de una cámara frontal para selfis, por lo que también se distancia de teléfonos con la cámara delantera desplegable.

El marco del teléfono es de aluminio, y la parte trasera dispone de un cristal bajo el cual está la pantalla secundaria. Mientras que la principal es de 6.26 pulgadas con resolución de 1080 × 2280 píxeles y cubre el 93 % de la gama NTSC, esta secundaria es de 5.1 pulgadas con resolución de 720 × 1520 píxeles. Nubia pone algunos casos de uso adicionales para esta pantalla, como por ejemplo usarla como controles en juegos, pero más allá de esto no parece que vaya a ser de una extrema utilidad.

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El procesador es un Snapdragon 845 de Qualcomm, ya un clásico en la gama media-alta a estas alturas del año, y puede tener 6 u 8 GB de RAM con 64 GB, 128 GB o 256 GB de almacenamiento ultrarrápido de tipo UFS 2.1. No dispone de lector de tarjetas micro-SD, pero sí dos ranuras SIM. También dispone de wifi 802.11 b/g/n de doble banda, NFC 5.0, y un sensor de huellas dactilares en cada uno de los laterales del teléfono. No tiene tampoco conector de 3.5 mm.

La batería es de 3800 mAh, que con las dos pantallas y un tamaño de 154.1 mm × 73.3 mm × 8.4 mm resulta interesante para los que busquen buena autonomía en el dispositivo. Se carga por un USB tipo C compatible con carga de 18 W (9 V y 2 A). La cámara trasera, la única del teléfono, tiene un doble sensor de 16 Mpx y 24 Mpx con apertura ƒ/1.7 y ƒ/1.8 respectivamente. Puede grabar vídeo a 4K y 30 FPS y a cámara lenta de 240 FPS.

Su precio es de 3299 yuanes, o unos 420 euros al cambio directo sin impuestos. Llega con Android 8.1 preinstalado.

Vía: GSM Arena.