La situación financiera de HTC no es especialmente buena, y lo demuestra que vendiera a Google parte de su equipo de diseño y fabricación de teléfonos móviles. Algunos dirán que igual tendría que haber comprado los de otra compañía, pero en general el problema de HTC no es que haga mejores o peores teléfonos, sino que llegan a un precio excesivamente alto para lo que hay en el mercado. Sea como sea, la compañía sigue estando en apuros económicos, ya que en 2018 perdió un 62 % de sus ingresos.
Ha sido la tónica general de la compañía desde 2015, cuando perdió un 35 % de sus ingresos, un 36 % en 2016 y un 21 % en 2017. HTC no ha sabido amoldarse a los tiempos que corren en lo que priman son teléfonos baratos y de calidad como los que aportan Xiaomi o Huawei/Honor para las gamas media y baja, y eso le está pasando factura. Tampoco ayuda que HTC disponga de fábricas propias de producción, que le están lastrando en el terreno de la competitividad.
HTC ha intentado hacer dinero vendiendo la empresa cachos o despidiendo a empleados. Además de vender su división de desarrollo de teléfonos a Google por 1100 millones de dólares, también despidió a 1500 empleados durante el pasado verano.
Vía: Android Police.