AMD ha sufrido los efectos del criptocrac en sus resultados del primer trimestre de 2019 ya que sus ingresos han bajado un 23 % con respecto al mismo periodo de 2018. La compañía ingresó 1270 millones de dólares frente a los 1650 M$ de hace un año, con unos beneficios netos de 16 M$ frente a 81 M$. Aun así, no son del todo malas noticias ya que en 2017 y años anteriores el primer trimestre del año no fue tan benevolente para la compañía.
Los directivos de AMD todavía están en proceso de cuadrar sus cuentas, si bien han conseguido un hito y es el de pasar el margen bruto del 36 % de hace un año al 41 % de este, lo que ha supuesto un éxito desde el punto de vista empresarial. El margen bruto es la diferencia entre el precio al que comprar los chips y al que los vende, por lo que un mayor margen bruto implica mayores beneficios a la compañía, aunque en esta ocasión han servido para evitar caer en números rojos durante el trimestre.
Las ventas han sido menores debido no solo a una menor demanda de sus tarjetas gráficas sino también de sus procesadores, si bien seguir vendiendo los mismos procesadores dos años después le está saliendo muy rentable a la compañía. Y me refiero a los Ryzen 1000 y a los EPYC para centros de datos, que fueron presentados en 2017 y siguen vendiéndose, aunque a un precio inferior, pero con un margen bruto mayor.
Aun así, los consumidores han comprado procesadores Ryzen de mayor valor, lo que ha servido para mejorar el precio medio de venta de sus productos, y también en el sector de las tarjetas gráficas para centros de datos, cuyo precio medio también ha aumentado.
Han bajado las ventas de la división de Empresa, Empotrados y Semipersonalizados, que incluye las peticiones de Intel, Apple, Microsoft o Sony, en un 17 %. Si se ponen los datos de AMD en contexto con los de Intel y Nvidia, la bajada de ventas de las tres está algo relacionada con un bajón de ventas del sector PC además de las buenas o malas políticas de empresariales.
Vía: TechPowerUp.