Los problemas de Sony en el sector de los teléfonos inteligentes ha lastrado los resultados económicos de la compañía durante los últimos años. Sus directivos han intentado darle la vuelta a la división de smartphones, sin éxito, y finalmente ha tomado una decisión respecto a seguir produciendo o no nuevos móviles. Y la decisión es que sale y se queda, a la vez.
Sony va a abanadonar la mayoría de los mercados en los que está actualmente presente, y se va a centrar en los países europeos, más Taiwán, Hong Kong y Japón. Sale del negocio en la mayor parte de Asia y en EE. UU., y en el resto de países van a ser mercados en los que tendrá presencia si lo ve oportuno.
Durante 2018 solo consiguió vender 6.5 millones de móviles, que es una cantidad irrisorio teniendo en cuenta que es un sector que mueve en torno a las mil millones de unidades anuales. En el proceso de reestructuración, la compañía cierre algunas de sus fábricas, y está reorientando su personal de investigación y desarrollo a otros menesteres. Pero también cierra algunas sedes regionales o las fusiona con otras divisiones de Sony.
Vía: Ubergizmo.