Intel sigue dando pasos para solventar los problemas de producción que tiene aunque, si bien no son como los de hace seis meses, sí que se le puede ir de la mano si no recurre a fundiciones externas. Habían surgido previamente ciertos rumores indicando que Intel estaba valorando utilizar las fundiciones de TSMC para producir parte de sus chips, pero ahora llega desde Corea del Sur un rumor que apunta a otra dirección: Samsung.
La empresa estadounidense habría elegido a la surcoreana para producir algunas de sus generaciones de procesadores a 14 nm, y específicamente se trataría de la Rocket Lake que se habrían añadido al itinerario de la compañía. La producción se iniciaría a finales de 2020, y se pondrían a la venta a principios de 2021.
Los rumores anteriores de TSMC hacían referencia a que Intel habría decidido elegir a esta compañía para producir algunos de sus chipsets, por lo que no son rumores excluyentes. Lo que parece evidente es que Intel mantiene bastantes problemas para aumentar el volumen de producir de los procesadores a 10 nm debido a que no es capaz ni siquiera de cubrir la de 14 nm.
Sea como sea, el futuro de Intel es cada vez más oscuro. La llegada de los procesadores Ryzen 3000 va a aportar un rendimiento sin nada que envidiar con respecto a los procesadores de Intel pero a un precio de mercado muy inferior. Si tienen mucho éxito, podría funcionar en favor de Intel ya que cualquier disminución notable de demanda de sus procesadores favorecerá una bajada de precios.
De cerrarse el acuerdo entre Samsung e Intel, que parece estar en la última fase de negociación, Intel necesitaría un año para estudiar el proceso de fabricación de Samsung y adaptar sus diseños de procesadores a él. Es un plazo razonable y por tanto no habría problema para que Samsung los empezara a producir a finales del próximo año.
Fuente: Sedaily. Vía: TechPowerUp.