AMD tiene cierta propensión a que, en sus arquitecturas de chips, las temperaturas se disparen a medida que aumentan las frecuencias de funcionamiento si se compara con las de la competencia. Por eso mucha gente tiene la sensación de que la vida útil de sus tarjetas gráficas o de sus procesadores es menor que la de los productos de Nvidia o Intel, pero que yo sepa no hay ningún estudio serio al respecto y por tanto no va más allá de charla de amigos.

Pero me parece interesante la discusión que está habiendo sobre las frecuencias turbo de los Ryzen 3000 por esto mismo, y que además en Reddit haya comentarios de Shamino, un overclocker que trabaja para ASUS, al respecto. Básicamente ha dicho que AMD redujo en AGESA 1.0.0.3 —la base sobre la que las compañías crean el BIOS de las placas base— el turbo para mejorar la vida útil de los procesadores, y desde entonces no ha habido cambios al respecto por parte de la compañía.

La versión AGESA 1.0.0.3 llegó poco después de ponerse a la venta los Ryzen 3000, y cuando llegue la versión 1.0.0.4 no va a haber cambios en el turbo de los procesadores. Aun así, es posible que lleguen una versión de AGESA más personalizable en lo que se refiere a las frecuencias en el futuro y por tanto más ideal para los overclockers.

Hay otra pequeña polémica sobre las frecuencias turbo que alcanzan los Ryzen 3000 debido a que hay variaciones según la placa base en la que se instalen. Tomando de ejemplo un Ryzen 7 3800X, hay una diferencia de cerca de 200 MHz entre unas y otras. No es una diferencia sustancial la que habrá en cuanto al rendimiento, pero sí se puede ganar o perder en torno a un 2-3 %. Son pruebas en Cinebench R20 en mononúcleo, con las frecuencias de referencia.

Vía: Guru3D.