Google ha tomado diversas medidas en los últimos años para asegurarse de que las actualizaciones a las versiones más recientes de Android llegan lo antes posibles a más teléfonos, pero no lo termina de conseguir. Por eso también ha tomado otras medidas orientadas a hacer que los nuevos teléfonos que llegan al mercado llegan antes con la versión más reciente, usando las armas que tiene a su alcance.
De ahí que a partir del 31 de enero de 2020 todos los móviles que soliciten la aprobación para llevar las aplicaciones de Google preinstaladas —léase el acuerdo de Google Mobile Services— como la Play Store tengan que incluir Android 10 para ser aprobado el contrato por Google.
Eso significa que habrá habido un periodo de unos seis meses, o unos pocos más como comentaré más abajo, desde la publicación de la versión definitiva de Android 10 que habrá convivido con Android 9 en los nuevos teléfonos que llegan al mercado.
Es una pequeña medida que tampoco asegura que todos los móviles del Mobile World Congress, por ejemplo, vayan a llegar con Android 10 ya que la fecha límite del 31 de enero es para aprobar dispositivos con Android 9, no para ponerlos a la venta. Por tanto, es posible que en enero se aprueben dispositivos con Android 9 que se vayan a poner a la venta en febrero, marzo o abril. Si Google busca la efectividad de esta medida debería poner un plazo más reducido, quizás de tres meses, para que los fabricantes se pongan las pilas en el apartado del software y no solo de los componentes.
Vía: GSM Arena.