Intel presentó sus resultados económicos del tercer trimestre del año, y entre los datos proporcionados se encuentra una disminución de procesadores vendidos en su división de Computación de Cliente, pero ha aumentado los de Centros de Datos. La compañía sigue envuelta en una escasez de producción de chips a 14 nm, en un momento en el que ya ha empezado a poner en el mercado procesadores a 10 nm como los Ice Lake que están en diversos portátiles como el Surface Laptop 3 de Microsoft.
La compañía asegura que ha aumentado un 25 % su capacidad de producción de chips a 14 nm durante 2019, invirtiendo para ello 11 500 millones de dólares en comprar nueva maquinaria para conseguirlo. Aunque, eso sí, parte de ese dinero va también a la producción a 10 nm. La compañía dará más prioridad a la producción de procesadores Core i5/i7/i9 así como los Xeon, que dejan más margen de beneficio.
A pesar de este aumento de producción, la compañía solo ha conseguido mantener en el tercer trimestre los mismos ingresos que en el tercer trimestre del año pasado, debido a un menor margen bruto. Con más de cinco puntos porcentuales perdidos, la compañía vende sus procesadores a un precio menor debido a la competencia de AMD. Se ha visto en la manera de ponerle precio a sus procesadores de consumo y profesionales en el último año.
Intel también ha indicado, en boca de su director ejecutivo, que espera que el suministro de chips de consumo aumentará en un porcentaje de dos cifras en esta segunda mitad del año, y entre un 5 % y un 9 % en 2020. Aun así, la compañía sigue teniendo problemas a la hora de hacer frente a la demanda de sus procesadores de consumo, sobre todo en el terreno de los portátiles y aquellos orientados a fabricantes de equipos originales (OEM), debido en parte a una previsión muy a la baja de cómo evolucionaría el sector PC en este 2019.
Vía: AnandTech.