Dejando a un lado que el nuevo Mac Pro tiene un precio desorbitado, mucho más que cualquier otro producto que Apple haya presentado hasta la fecha, se trata de un buen ejemplo de cómo debería ser la refrigeración de un equipo. Incluso con los procesadores y tarjetas gráficas más potentes con los que se puede configurar, no hace ruido. Y como es un PC normal y corriente, es altamente accesible y reparable como ha podido comprobar iFixit.

La caja de aluminio y especialmente su frontal siempre llamarán la atención. La tapa se quita fácilmente hacia arriba, aunque sea un poco pesada, y los tres ventiladores frontales son de tipo axial, lo que significa que las aspas tienen una estructura en torno a ellas para encauzar horizontalmente el aire y que haya las mínimas pérdidas posibles.

La RAM y las SSD son totalmente accesibles e intercambiables por uno mismo, al igual que los módulos de tarjetas gráficas, fuente de alimentación, la placa con conectividad de entrada/salida, e incluso la refrigeración del procesador —un bloque enorme de aluminio de ocho caloductos—, por lo que no habría mayor problema para comprar el Mac Pro base de 6000 euros y cambiarle todos los componentes por uno mismo comprándolos a precios razonables, ahorrándose miles y miles de euros respecto a si se compraran a Apple.

Todo el desmontaje se puede leer en el artículo de iFixit.

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Vía: EnGadget.