Nvidia sigue avanzando en el terreno más importante de estos años en el mundo tecnológico como es el de la inteligencia artificial, y específicamente en sus diseños de procesadores para inferencias. Estos sirven por igual para la conducción autónoma como para robots ya que requieren de inferir lo que captan las cámaras que llevan, y es a esos sectores a los que va enfocada la plataforma DRIVE AGX Orin —qué mal suena en español—.
Orin es un sistema en chip de 17 000 millones de transistores, con doce núcleos Arm de tipo Hércules, que están diseñados para litografías de 5 nm y 7 nm, e incluye también una unidad gráfica integrada de próxima generación de Nvidia, de la cual no ha dado más detalles. Se puede presuponer que es un procesador fabricado a 7 nm, aunque tampoco debería extrañar que fuera a producirse a 5 nm ya que no estará disponible para los fabricantes de coches autónomos hasta 2022.
La potencia de cómputo de este procesador es de 200 teraoperaciones por segundo (TOPS) en INT8. Por comparación, el procesador Xavier de 512 núcleos CUDA de tipo Volta tiene 30 TOPS y está fabricado a 12 nm con un consumo de 30 W. Nvidia no ha indicado el consumo de este nuevo sistema en chip. El Orin puede mover cuatro conexiones 10 Gigabit Ethernet, además de codificar vídeo a 4K y 60 f/s así como decodificarlo a 8K y 30 f/s. También se ha desarrollado siguiendo los estándares de seguridad ISO 26262 ASIL-D.
Siendo siete veces más potente el Orín que el Xavier y contando con el doble de transistores, este chip probablemente se sitúe en torno a los 50-60 W de consumo, dependiendo del proceso litográfico elegido. Por el momento es lo mejor que se ha presentado para la conducción autónoma, aunque todo se esté a más de un año de que Nvidia lo ponga a la venta.
Vía: AnandTech.