Intel ha presentado unos buenos resultados financieros del T4 de 2019, pero sigue teniendo un problema con la escasez de producción de procesadores. Todo ello a pesar de aumentar cerca de un 20 % la producción en 2019, y por ello la compañía tiene planeado aumentar un 25 % la producción de chips a 14 nm y 10 nm este 2020, según ha indicado su director ejecutivo, Bob Swan.
De esta forma, la escasez continuará hasta la segunda mitad del año, momento en el que debería resolverse y en el que los procesadores de menor coste deberían volver a estar ampliamente disponibles. Intel se ha centrado en la producción de los procesadores más potentes y que dejan más márgenes de beneficios durante 2019.
Swan también ha comentado que el rendimiento de producción de las obleas de 10 nm va mejor de lo esperado, a la vez que ha indicado que habrá nueve líneas de productos en el mercado este año que harán uso de este proceso litográfico. Entre ellos se encuentran los Tiger Lake, los chips gráficos Xe, Snow Ridge, algunas ASIC y procesadores Xeon, entre otros.
Sobre su proceso de producción a 7 nm, solo ha mencionado que sigue invirtiendo mucho dinero para que esté listo para finales de 2021 con las tarjetas gráficas Ponte Vecchio, y su uso generalizado en 2022.
En lo referente a usar fundiciones de terceros, Intel no planea llevar sus procesadores aunque sí que mantiene la producción de otros tipos de chips —wifi, Ethernet, etc.— en otras fundiciones. Entre en 20 % y el 25 % de los chips de Intel están actualmente producidos externamente, y valorarán si continúan esta senda o no a diario como hasta ahora.
Vía: Tom's Hardware.