Razer ha renovado el Blade Pro 17 con los últimos procesadores y tarjetas gráficas de Intel y Nvidia. Aunque me habría gustado más que le metiera un Ryzen 7 4800HS, de mayor potencia y menor consumo que el Core i7-10875H que ahora incluye, sigue siendo un portátil realmente potente. El diseño se mantiene con una carcasa de aluminio en color negro y una pantalla de 43.9 cm (17.3 pulgadas) con pocos marcos.
Las opciones para esa pantalla son dos: un modelo FHD de 300 Hz y 300 nits que cubre el 100 % de la escala de color sRGB; y una 4K de 120 Hz de 400 nits y que cubre el 100 % de la Adobe RGB. Ambos paneles son excelentes, aunque no tengo claro si en portátiles tienen algún sentido, uno porque el refresco no se va a alcanzar y el otro porque dispara el consumo.
Sea como sea, llegan con un procesador Core i7-10875H de ocho núcleos, con 16 GB de RAM de tipo DDR4-2933, ampliable hasta los 64 GB. Las opciones de tarjeta gráfica son una RTX 2070 Max-Q y una RTX 2080 Max-Q; no se indica a cuánto se limita su potencia de diseño térmico. El almacenamiento son 512 GB de SSD de tipo PCIe 3.0 ×4, ampliable hasta 2 TB.
Incluye un puerto Thunderbolt 3, tres USB 3.1, un USB 3.1 tipo C, un conector RJ-45 compatible con la velocidad 2.5 GigabitEthernet, HDMI 2.0b, wifi 802.11ax, Bluetooth 5.0, lector de tarjetas SD, audio de 3.5 mm, cierre Kensington y un puerto de carga propietario ya que se vende el portátil con un cargador de 230 W. La batería interna tiene una capacidad de 70.5 Wh. Incluye otros extras como iluminación RGB por tecla, cámara web con infrarrojos para desbloqueo seguro con Windows Hello, o sistema de audio Atmos de Dolby compatible con 7.1 a través de HDMI.
El modelo base tiene un precio de 2499 dólares.