Intel está pendiente de renovar buena parte de sus procesadores durante el primer trimestre de 2021, sobre todo los de portátiles y de sobremesas. Aparentemente la compañía recurriría a su conferencia en el CES 2021 para introducir parte de los nuevos productos que está preparando, aunque se centraría en los chipsets para las placas base de los Rocket Lake S. Estos procesadores llegaría a finales de febrero o marzo, y supondrían los primeros procesadores con una nueva arquitectura de núcleo para el sector sobremesa en más de un lustro.
Por tanto, esa presentación tendría lugar el 11 de enero, e introduciría los chipsets serie 500. Esta serie incluiría los H510, B560 y Z590, con importantes novedades en varios planos, aunque mantendría el mismo zócalo LGA 1200 para los procesadores Core de 10.ª generación y los próximos Core de 11.ª generación. Entre las novedades estaría la inclusión directa en las placas base de PCIe 4.0 —las de serie 400 también lo tienen, pero desactivado por ahora a la espera de procesadores compatibles—. También se habla de que a partir del chipset B560 se podrían usar perfiles de memoria extrema (XMP), por lo que no sería algo limitado a las Z590.
Vía: Videocardz.