Intel va a anunciar en breve los modelos concretos de procesadores Core de 11.ª generación de sobremesa y traen debajo del brazo PCIe 4.0. He comentado frecuentemente que esta tecnología no aporta nada en el sector consumo, y por tanto que Intel venga a decir que con esos Rocket Lake S el almacenamiento PCIe 4.0 funciona hasta un 11 % más rápido es intrascendente. Lo digo antes de continuar porque es mi línea editorial desde que AMD introdujera los Ryzen 3000 con PCIe 4.0.
El comentario ha procedido de Ryan Shrout, el jefe de estrategia de rendimiento en Intel —publicista, en una sola palabra—, y ha publicado una imagen con su comparativa. Ha indicado que es la misma unidad PCIe 4.0 —una 980 Pro de Samsung— conectada directamente a las pistas PCIe 4.0 del procesador y no del chipset, por lo que la comparativa en principio es tan válida como uno quiera darle validez a la propaganda de una compañía que tiene que vender sus productos por encima de los de la competencia.
Digo que PCIe 4.0 no sirve en el sector consumo porque las tarjetas gráficas PCIe 4.0 no aportan mejora de rendimiento frente a usar PCIe 3.0, y en el caso del almacenamiento es muy, muy difícil que un usuario normal note la diferencia. La principal está en la velocidad de lectura/escritura secuencial, y esa es muy raro que se llegue a usar en el día a día. No todo el mundo está pasando archivos de 10 GB entre discos todo el día, y de hecho hace mucho, mucho tiempo que no hago transferencia de archivos grandes. Lo importante es el rendimiento de lectura/escritura de archivos pequeños, y en esa las SSD de tipo PCIe 3.0 y PCIe 4.0 no se diferencian mucho. Solo la llegada a Windows de DirectStorage —usada actualmente en las Xbox Series X y S— podría hacer que la diferencia entre PCIe 3.0 y PCIe 4.0 pueda ser relevante, pero tampoco creo que sea mucha. Por tanto, esta afirmación de Intel tiene poca utilidad práctica.
Vía: Tom's Hardware.