NZXT ha anunciado una nueva versión de su placa base N7, en esta ocasión con el chipset Z590 de Intel. Es un modelo en formato ATX de 30.5 × 24.4 cm con las habituales coberturas de quita y pon a lo largo de su superficie, aunque se pueden usar diseños hechos a medida o de otros colores vendidos por la compañía o fabricados con una impresora 3D. Hay una gran cobertura que se extiende desde la zona de los conectores traseros hasta la zona del conector ATX de 24 pines y los SATA 3. Son varias placas que se pueden ir quitando y poniendo.
Se incluyen cuatro bancos de memoria DDR4 para hasta 128 GB a al menos 4600 MHz con los procesadores Core de 11.ª generación más cualquier subida adicional desde el BIOS que se pueda conseguir. Hay una ranura PCIe 4.0 ×16, una PCIe 3.0 ×4 y dos PCIe 3.0 ×1. También incluye tres conectores para puertos USB 2.0 adicionales, uno para un USB 3.1 tipo C frontal, otro para dos USB 3.0, seis conectores de cuatro pines para ventiladores que entregan hasta 24 W, y cuatro para componentes RGB. Para la alimentación se precisa, además del habitual ATX, un PCIe de cuatro pines y otro de ocho pines.
El panel trasero incluye un RJ-45, cuatro USB 3.0, un USB 3.2, tres USB 3.1, dos USB 2.0, un HDMI, uno de audio óptico, cinco de audio de 3.5 mm, un botón de borrado de CMOS, así como las dos tomas de antena para el Bluetooth 5.2 y Wi-Fi 6E integrado. La placa base también tiene un códec ALC1220 de Realtek y un controlador RTL8125BG de Realtek de 2.5 Gb/s. Para el almacenamiento hay un M.2 tipo PCIe 4.0×4, un M.2 tipo PCIe 3.0 ×4, y un M.2 2230 para tarjeta combo wifi más Bluetooth.
Su precio es de 280 euros.